¿Hasta qué punto está preparado el
profesorado para llevar a cabo esta revolución educativa? ¿Cómo puede este
garantizar una formación digital de calidad del alumnado? ¿cuáles son las
metodologías más adecuadas para educar a estos futuros ciudadanos de forma que
den un uso sano a la información digital y aprendan a compartirla
adecuadamente?
La posibilidad de incorporar las TIC
(tecnologías de información y comunicación) y TAC (tecnologías del aprendizaje y el
conocimiento) al sistema escolar ha de plantearse no como un problema
sociocultural, sino como uno de los retos más relevantes de las políticas
educativas destinadas a la igualdad de oportunidades de aprendizaje.
Las denominadas tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) son el conjunto de herramientas, recursos,
procedimientos y habilidades empleadas en la elaboración y transmisión de
información. El desarrollo de internet ha favorecido el impulso de estas
tecnologías hasta el punto de permitir la conexión e interactividad instantánea
en términos audiovisuales.
Ante tal vorágine de posibilidades, el
alumnado se encuentra sumido en una cultura de sobreinformación, muchas veces
de dudosa veracidad o calidad, ante la cual el docente ha de ser capaz de
ejercer como guía o mentor hacia un uso saludable de las nuevas tecnologías. El
problema llega cuando la tecnología avanza a pasos agigantados y el
profesorado, abrumado, se pierde ante tanta terminología y usabilidad.
El siguiente diagrama, elaborado por
Juan Domingo Farnos, ilustra de forma visual el concepto de red personal de
aprendizaje, con las distintas herramientas que pueden utilizarse en el aula y
su utilidad.
No obstante, de poco o nada sirve
disponer de semejante cantidad de herramientas si su empleo no viene ligado a
una metodología que lo sustente adecuadamente.
En este contexto, como evolución de
las TIC, surge en el entorno escolar el concepto de TAC (Tecnologías del
Aprendizaje y el Conocimiento), que tratan de dotar a las TIC de un correcto
uso educativo a través de una
metodología apropiada.
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