Poco a poco todas esas miradas se han ido templando. El tiempo ha ido demostrando que las el hecho de incorporar un ordenador a la vida diaria del alumnado no basta para incentivar a la enseñanza y el aprendizaje, ya que un instrumento por sí solo no cambia la metodología docente ni el acercamiento a otros conocimientos. Es necesario respaldar esta revolución con buenas prácticas, una formación continua del profesorado y la apuesta por nuevos modelos didácticos que, en combinación, ayuden a las nuevas generaciones a mejorar sus competencias y habilidades para desenvolverse con soltura y madurez en la sociedad que les ha tocado vivir.
La nueva ley (LOMCE) señala en uno de sus artículos su apuesta por las tecnologías, como una “ventaja competitiva” que permite a los centros promocionarse a través de las plataformas digitales. Obviamente, para poder “destacar frente a otros” es necesario que los centros educativos compartan sus buenas prácticas a través de la red, interactuando con el resto del mundo y ofreciéndole la oportunidad de “entrar” a conocer qué se cuece en su interior.
Aún queda mucho tiempo para que nos demos cuenta de que dentro de los institutos se hace mucho más de lo que parece. Que nuestras prácticas, que aunque pequemos de modestos, a veces pueden ayudar a otros compañeros y que, si no las hacemos visibles, de poco sirve nuestro esfuerzo por hacer de la enseñanza nuestra forma de vida. Así que ya sabéis: siempre debemos formarnos para poder convertirnos en buenos enseñantes. Animaos a ser docentes del mañana para transformar el ayer desde hoy mismo.
Pablo
0 comentarios: